Durante el año y medio aproximado que ha durado la elaboración del Informe y en el que han participado diferentes organizaciones y representantes del mundo educativo, cultural, empresarial y sindical, CCOO ha realizado numerosas propuestas, muchas de las cuales aparecen recogidas en el documento final. Este sindicato, en una primera fase, realizó un amplio debate interno para delimitar las líneas generales de su propia posición que pudieran permitir un contraste abierto con los planteamientos de otras organizaciones. Así mismo, en junio de 1999 se realizaron en Córdoba las III Jornadas de Universidad sobre "Informe Bricall: ideas para el debate", donde se terminaron de perfilar las propuestas del sindicato que más tarde sirvieron para participar en los diferentes encuentros organizados por los redactores del Informe.

Si bien la valoración global es positiva, por cuanto aporta un completo análisis de la situación de la universidad, y en sus nueve capítulos concluye diferentes propuestas y recomendaciones, punto de partida de un más amplio debate, la Federación de Enseñanza de CCOO considera prematuro avanzar una valoración detallada de todas esas propuestas. Por ello, este sindicato tiene previsto iniciar una fase de estudio pormenorizado del Informe, que permita conocer sus contenidos más en profundidad, ya que los mismos han surgido del crisol de planteamientos y posiciones de muy diferentes organizaciones.

En este primer momento de conocimiento del Informe, se trata, por tanto, de iniciar una fase de estudio y reflexión que permita, a continuación, entrar en valoraciones más precisas. A pesar de ello, CCOO quisiera destacar algunos contenidos de interés:

 
• En primer lugar, la situación de cambio que vive la Universidad y que la obligan a afrontar nuevos retos, más allá de las tradicionales demandas de la sociedad. En este sentido, se acentúa el carácter de "agente social" de una Universidad "abierta": la política universitaria no es para los universitarios, sino para toda la sociedad.

• Respecto al papel de la docencia y la investigación se llama la atención sobre la necesidad creciente de formación permanente en la llamada "sociedad del aprendizaje" que obliga a poner el acento sobre "enseñar a aprender". Se propone una nueva clasificación de las enseñanzas regladas para diversificar las posibles actuaciones y respecto a la investigación, se alerta sobre la disfunción entre nuestro vigoroso sector científico universitario y nuestros endebles sectores tecnológicos y productivos.

• Sobre financiación, se apunta la necesidad de aumentar el gasto en educación superior hasta alcanzar el 1,5% del PIB en un plazo de 10 años, situando la cuota de financiación pública en un 80%. Las tasas mantendrían su actual porcentaje sobre el coste por estudiante, lo que significaría un aumento del 35% en términos absolutos, incremento que se pretende compensar dedicando preferentemente a becas y préstamos el aumento de la financiación pública.

• Respecto al Personal Docente e Investigador (PDI), se denuncia la excesiva rigidez de la actual estructura y la inexistencia de una auténtica carrera académica, y se propone la creación de nuevas figuras de "titular investigador" y de "titular docente" -ambas de contratación estable-, dentro del mantenimiento de los actuales cuerpos docentes y recuperando el carácter original de los "Asociados".

• Respecto a Personal de Administración y Servicios (PAS) se reclama la formulación de una carrera administrativa que atienda una progresiva profesionalización de la gestión universitaria.

• Sobre la Organización y el gobierno de las universidades, se enfatiza la autonomía universitaria, al tiempo que se plantean mayores exigencias de responsabilidad y control por parte de la sociedad. Se reclama una gestión profesional eficiente y una organización interna más flexible.