LA CRISIS DE LA
UNIVERSIDAD.- La universidad atraviesa por unos momentos en los que están
aflorando multitud de problemas que pueden convertirse en crónicos.
Unos no son nuevos, simplemente se han agravado. Otros han surgido en los
últimos años. Pero unos y otros pueden provocar que las aulas
entren en el siglo XXI con un déficit muy grave. Para intentar evaluar
cuáles son los siete males que padece la universidad se han puesto
en marcha diferentes informes. Los resultados se esperan con ansiedad.
Luego vendrán los mecanismos que soluciones los problemas.
Todos los implicados están de
acuerdo en que la universidad española tiene muchos problemas. Incluso
coinciden en que algunos de estos males son muy graves. En lo que no se
ponen tanto de acuerdo es en las fórmulas que se deben utilizar
para atajarlos. Las diferencias entre unos sectores y otros, entre unos
políticos y otros, llegan a ser abismales.
El pasado jueves, los presidentes de
los consejos sociales de las universidades -órganos de control de
las universidades en los que están representados los diferentes
sectores de la sociedad- se reunieron en Salamanca con el objetivo de poner
las bases para elaborar un informe que plantee sobre el papel y con una
fórmula científica cuáles son los pecados capitales
que padecen las aulas universitarias, y cómo se puede actuar en
el futuro. Para desarrollar el trabajo se eligió a José María
Fluxá.
Pero, hace ya unos meses, también
los rectores iniciaron las gestiones para elaborar un estudio al estilo
del Informe Dearing que se elaboró en Gran Bretaña. La Conferencia
de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) tenía en
mente el análisis de esos pecados capitales. Al frente de este informe
se había colocado al ex rector de la Universidad de Barcelona, Josep
María Bricall.
La polémica saltó porque
hay quien considera que los resultados de uno y otro informe podrían
ser diferentes. Sin embargo, José María Fluxá, que
intervino en las jornadas de Salamanca, dejó claro que no quieren
entrar en la confrontación y que pretenden trabajar desde el mismo
frente y no desde trabajos paralelos y opuestos. Fluxá comentó
que se van a reunir ambas comisiones para perfilar el trabajo que se pueda
desarrollar en común y determinar si existen ideas en las que hay
ya un acuerdo previo.
Visiones parciales
La propia ministra de Educación,
Esperanza Aguirre, que también participó en estas jornadas
en Salamanca, defendió la importancia de que existan dos informes
que analicen los problemas y el futuro de la universidad, porque esto permitirá
tener una visión más amplia.
Para ella, lo importante es iniciar
«cuanto antes» una reflexión en profundidad sobre la
universidad. «No es tiempo de visiones parciales, sesgadas o arrojadizas
por parte de nadie, sino que es tiempo de aunar esfuerzos y de proporcionar
una visión que refleje el punto de vista de cuantos componen la
comunidad universitaria, y que refleje, sobre todo, la voz y las necesidades
de la sociedad en su conjunto», declaró en su discurso Aguirre.
Por su parte, los consejos sociales
de las universidades catalanas [Barcelona (central), Autónoma de
Barcelona, Politécnica de Cataluña, Girona, Lleida y Rovira
i Virgili de Tarragona] emitieron un comunicado en el que se desmarcaban
del estudio de Fluxá y decían: «No nos sentimos solidarios
con las decisiones que tomen los consejos sociales de las universidades
españolas».
En la arena política, ha sido
el PSOE quien ha tomado la iniciativa estos días y ha presentado
en el Senado una petición dirigida al Gobierno, en la que le exige
que presente la ley de modificación de la Ley de Reforma Universitaria
(LRU) antes de que termine el actual periodo de sesiones. El Grupo Socialista
también pide al Ejecutivo que elabore un nuevo marco de financiación
de las universidades públicas; y le insta a que preste su máxima
atención al informe que ha puesto en marcha la Conferencia de Rectores.
Endogamia, servilismo, corporativismo...
1. Endogamia.- Los aspirantes a profesor
que consiguen las plazas son aquellos que se presentan por la propia universidad.
Los que llegan de fuera, aunque tengan mejor curriculum, quedan desplazados
por los de la casa. La endogamia es, en la mayoría de las universidades,
del 100%. Para evitar esta situación, se ha reiterado que hay que
modificar la Ley de Reforma Universitaria (LRU) y se han plasmado sobre
el papel diferentes soluciones. El tiempo pasa y el problema se agrava.
2. Servilismo.- Los ayudantes, asociados,
becarios, etcétera, están al servicio del catedrático
o director del departamento, ya que la renovación de su contrato
depende, en muchos casos, de él. En otros, el estar a bien con el
director permite obtener buenos horarios de clases, complementos económicos,
cursos extraacadémicos o el apoyo de miembros de los tribunales
que deciden las plazas de profesores titulares o catedráticos.
3. Corporativismo.- «Todos los
docentes de la universidad son excepcionales». Esto es lo que podría
desprenderse de la situación que hay en las facultades en la actualidad.
Pero la realidad es otra completamente distinta. Hay profesores incompetentes,
incumplidores con su trabajo, ilegales, denunciados por sus alumnos, etcétera,
y no ocurre nada. Todo sigue igual. La causa, según los propios
docentes, es que se tapan unos a otros.
4. Descoordinación.- «La
ministra de Educación hace dejación de sus funciones y pone
la política universitaria en manos de las comunidades autónomas
y de los rectores». Esta acusación parte de Clementina Díez
de Baldeón, portavoz de Educación del PSOE. No es la única
que levanta la voz en este sentido. Otros llegan a decir que si esta situación
se mantiene, ya no va a haber forma de equilibrar el sistema.
5. Financiación.- Los rectores
dicen que somos uno de los países que menos dinero dedicamos a la
universidad. El Gobierno, que no es así. Sea de una forma u otra,
el problema es que falta dinero o está mal gestionado. La solución
puede llegar del bolsillo del alumno. Las Administraciones están
analizando subirles las tasas, para que sean ellos quienes financien la
enseñanza.
6. Planes de Estudio.- «Los estudiantes
somos conejillos de indias». Es una expresión común
entre los universitarios, cuando se ponen a hablar de los planes de estudio.
El Gobierno ha iniciado un nuevo sistema que deberá estar implantado
antes del 2000. Pero los alumnos que iniciaron el plan de las 23 asignaturas
por curso, seguirán con él hasta el año 2005. El final
del problema está aún lejos.
7. Selectividad.- El acceso a la universidad
permanece como uno de los males permanentes de la universidad. Las soluciones
siguen sin llegar y, unicamente, el futuro descenso de la natalidad pondrá
fin al grave problema que supone que miles de estudiantes fracasen en sus
estudios, porque se ven abocados a cursar carreras que no desean.
A imagen y semejanza de Gran Bretaña
Lord Dearing, autor del informe La
Educación Superior en la Sociedad del Aprendizaje y que ha supuesto
una revolución en la universidad del Reino Unido, ha sido el espejo
en el que quieren mirarse los autores de los dos informes que se han puesto
en marcha en España para estudiar los problemas de nuestra universidad.
Dearing ofreció la pasada semana
en Salamanca una conferencia en la que exponía los resultados de
su informe. Sugirió un aumento en las tasas de las matrículas;
habló de novedades tales como que las universidades aporten capitales
de riesgo con los que los alumnos puedan abrir sus propios negocios; o
sobre la creación de una agencia nacional de garantía de
calidad de títulos universitarios.
Lord Dearing apuntó también
otras muchas sugerencias innovadoras, encuadradas siempre en la mínima
injerencia del Gobierno en las aulas universitarias. Así, propuso
que los ejercicios presupuestarios salten la barrera del año y puedan
ser planificados sobre un margen de tres años, lo que permitiría
llevar a cabo políticas más estructuradas y coherentes.
Esperanza Aguirre, durante su intervención,
dijo de Lord Dearing que «es un buen ejemplo de la necesidad de impulsar
un cambio en la universidad y de plantearnos con rigor y con decisión
el futuro de nuestra universidad». Se mostró rotunda a la
hora de manifestar que «son necesarias reformas de mayor envergadura
y de mayor calado» que las que se han hecho hasta ahora.