REAL DECRETO 487/1997, DE 14 DE ABRIL,
sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la
manipulación manual de cargas
que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores.
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención
de Riesgos Laborales, determina el cuerpo básico de garantías
y responsabilidades preciso para establecer un adecuado nivel de protección
de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones
de trabajo, en el marco de una política coherente, coordinada y
eficaz. Según el artículo 6 de la misma serán las
normas reglamentarias las que irán fijando y concretando los aspectos
más técnicos de las medidas preventivas.
Así, son las normas de desarrollo reglamentario
las que deben fijar las medidas mínimas que deben adoptarse para
la adecuada protección de los trabajadores. Entre ellas se encuentran
las destinadas a garantizar que de la manipulación manual de cargas
no se deriven riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores.
Igualmente, el Convenio número 127 de la Organización
Internacional del Trabajo, ratificado por España el 6 de marzo de
1969, contiene disposiciones relativas al peso máximo de la carga
transportada por un trabajador.
En el mismo sentido hay que tener en cuenta que en el
ámbito de la Unión Europea se han fijado mediante las correspondientes
Directivas criterios de carácter general sobre las acciones en materia
de seguridad y salud en los centros de trabajo, así como criterios
específicos referidos a medidas de protección contra accidentes
y situaciones de riesgo. Concretamente, la Directiva 90/269/CEE, de 29
de mayo, establece las disposiciones mínimas de seguridad y de salud
relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe
riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores. Mediante el
presente Real Decreto se procede a la transposición al Derecho español
del contenido de la Directiva 90/269/CEE, antes mencionada.
En su virtud, de conformidad con el artículo 6
de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales,
a propuesta del Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, consultadas las
organizaciones empresariales y sindicales mas representativas, oída
la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, de acuerdo
con el Consejo de Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros
en su reunión del día 4 de abril de 1997,
DISPONGO:
Artículo 1. Objeto.
1. El presente Real Decreto establece las disposiciones
mínimas de seguridad y de salud relativas a la manipulación
manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares,
para los trabajadores.
2. Las disposiciones de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre,
de Prevención de Riesgos Laborales, se aplicarán plenamente
al conjunto del ámbito contemplado en el apartado anterior.
Artículo 2. Definición.
A efectos de este Real Decreto se entenderá por
manipulación manual de cargas cualquier operación de transporte
o sujeción de una carga por parte de uno o varios trabajadores,
como el levantamiento, la colocación, el empuje, la tracción
o el desplazamiento, que por sus características o condiciones ergonómicas
inadecuadas entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los
trabajadores.
Artículo 3. Obligaciones generales del empresario.
1. El empresario deberá adoptar las medidas técnicas
u organizativas necesarias para evitar la manipulación manual de
las cargas, en especial mediante la utilización de equipos para
el manejo mecánico de las mismas, sea de forma automática
o controlada por el trabajador.
2. Cuando no pueda evitarse la necesidad de manipulación
manual de las cargas, el empresario tomará las medidas de organización
adecuadas, utilizará los medios apropiados o proporcionará
a los trabajadores tales medios para reducir el riesgo que entrañe
dicha manipulación. A tal fin, deberá evaluar los riesgos
tomando en consideración los factores indicados en el anexo del
presente Real Decreto y sus posibles efectos combinados.
Artículo 4. Obligaciones en materia de formación
e información.
De conformidad con los artículos 18 y 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario deberá garantizar que los trabajadores y los representantes de los trabajadores reciban una formación e información adecuadas sobre los riesgos derivados de la manipulación manual de cargas, así como sobre las medidas de prevención y protección que hayan de adoptarse en aplicación del presente Real Decreto.
En particular, proporcionará a los trabajadores
una formación e información adecuada sobre la forma correcta
de manipular las cargas y sobre los riesgos que corren de no hacerlo de
dicha forma, teniendo en cuenta los factores de riesgo que figuran en el
anexo de este Real Decreto. La información suministrada deberá
incluir indicaciones generales y las precisiones que sean posibles sobre
el peso de las cargas y, cuando el contenido de un embalaje esté
descentrado, sobre su centro de gravedad o lado más pesado.
Artículo 5. Consulta y participación de
los trabajadores.
La consulta y participación de los trabajadores
o sus representantes sobre las cuestiones a las que se refiere este Real
Decreto se realizarán de conformidad con lo dispuesto en el apartado
2 del artículo 18 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Artículo 6. Vigilancia de la salud.
El empresario garantizará el derecho de los trabajadores
a una vigilancia adecuada de su salud cuando su actividad habitual suponga
una manipulación manual de cargas y concurran algunos de los elementos
o factores contemplados en el anexo. Tal vigilancia será realizada
por personal sanitario competente, según determinen las autoridades
sanitarias en las pautas y protocolos que se elaboren, de conformidad con
lo dispuesto en el apartado 3 del artículo 37 del Real Decreto 39/1997,
de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención.
Disposición derogatoria única. Derogación
normativa
Quedan derogados el Decreto del Ministerio de Trabajo
de 15 de noviembre de 1935, que prohíbe la utilización de
sacos o fardos de más de 80 kilogramos cuyo transporte, carga o
descarga haya de hacerse a brazo, y la Orden del Ministerio de Trabajo
de 2 de junio de 1961 sobre prohibición de cargas a brazo que excedan
de 80 kilogramos.
Disposición final primera. Elaboración de
la Guía Técnica para la evaluación y prevención
de riesgos.
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo
elaborará y mantendrá actualizada una Guía Técnica
para la evaluación y prevención de los riesgos relativos
a la manipulación manual de cargas. En dicha Guía se considerarán
los valores máximos de carga como referencia para una manipulación
manual en condiciones adecuadas de seguridad y salud, así como los
factores correctores en función de las características individuales,
de la carga y de la forma y frecuencia de su manipulación manual.
Disposición final segunda. Habilitación
normativa.
Se autoriza al Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales
para dictar, previo informe de la Comisión Nacional de Seguridad
y Salud en el Trabajo, las disposiciones necesarias en desarrollo de este
Real Decreto y, específicamente, para proceder a la modificación
del anexo del mismo para aquellas adaptaciones de carácter estrictamente
técnico en función del progreso técnico, de la evolución
de las normativas o especificaciones internacionales o de los conocimientos
en el ámbito de la manipulación manual de cargas.
Dado en Madrid a 14 de abril de 1997.
JUAN CARLOS R.
El Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales,
JAVIER ARENAS BOCANEGRA
ANEXO
Factores de riesgo a que se hace referencia en los artículos
3.2 y 4
En la aplicación de lo dispuesto en el presente
anexo se tendrán en cuenta, en su caso, los métodos o criterios
a que se refiere el apartado 3 del artículo 5 del Real Decreto 39/1997,
de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención.
1. Características de la carga.
La manipulación manual de una carga puede presentar un riesgo, en particular dorsolumbar, en los casos siguientes:
Cuando la carga es demasiado pesada o demasiado grande
Cuando es voluminosa o difícil de sujetar.
Cuando está en equilibrio inestable o su contenido corre el riesgo de desplazarse.
Cuando está colocada de tal modo que debe sostenerse o manipularse a distancia del tronco o con torsión o inclinación del mismo.
Cuando la carga, debido a su aspecto exterior o a su consistencia,
puede ocasionar lesiones al trabajador, en particular en caso de golpe.
2. Esfuerzo físico necesario.
Un esfuerzo físico puede entrañar un riesgo, en particular dorsolumbar, en los casos siguientes:
Cuando es demasiado importante.
Cuando no puede realizarse más que por un movimiento de torsión o de flexión del tronco.
Cuando puede acarrear un movimiento brusco de la carga.
Cuando se realiza mientras el cuerpo está en posición inestable.
Cuando se trate de alzar o descender la carga con necesidad
de modificar el agarre.
3. Características del medio de trabajo.
Las características del medio de trabajo pueden aumentar el riesgo, en particular dorsolumbar, en los casos siguientes:
Cuando el espacio libre, especialmente vertical, resulta insuficiente para el ejercicio de la actividad de que se trate.
Cuando el suelo es irregular y, por tanto, puede dar lugar a tropiezos o bien es resbaladizo para el calzado que lleve el trabajador.
Cuando la situación o el medio de trabajo no permite al trabajador la manipulación manual de cargas a una altura segura y en una postura correcta.
Cuando el suelo o el plano de trabajo presentan desniveles que implican la manipulación de la carga en niveles diferentes.
Cuando el suelo o el punto de apoyo son inestables.
Cuando la temperatura, humedad o circulación del aire son inadecuadas.
Cuando la iluminación no sea adecuada.
Cuando exista exposición a vibraciones.
4. Exigencias de la actividad.
La actividad puede entrañar riesgo, en particular dorsolumbar, cuando implique una o varias de las exigencias siguientes:
Esfuerzos físicos demasiado frecuentes o prolongados en los que intervenga en particular la columna vertebral.
Período insuficiente de reposo fisiológico o de recuperación.
Distancias demasiado grandes de elevación, descenso o transporte.
Ritmo impuesto por un proceso que el trabajador no pueda
modular.
5. Factores individuales de riesgo.
Constituyen factores individuales de riesgo:
La falta de aptitud física para realizar las tareas en cuestión.
La inadecuación de las ropas, el calzado u otros efectos personales que lleve el trabajador.
La insuficiencia o inadaptación de los conocimientos o de la formación.
La existencia previa de patología dorsolumbar.
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