El BBVA afirma que no está obligado a facilitar el uso sindical del e-mail
Jueves, 11 de de 2001
El banco asegura que sólo está obligado a poner a disposición de sus trabajadores un tablón de anuncios y locales para que éstos ejerzan sus derechos sindicales
AGENCIAS

MADRID.- El BBVA ha alegado hoy, en el juicio de la demanda presentada por CCOO contra el banco por vulnerar el derecho de información sindical al bloquear sus correos electrónicos, que sólo está obligado a poner a disposición de los trabajadores un tablón de anuncios y de locales para el ejercicio de ese derecho.

En la vista oral celebrada en la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, el abogado de CCOO ratificó los argumentos de la demanda, por los que denunciaba que el banco quebrantaba la libertad de comunicación y el secreto de la misma al interceptar y rechazar los mensajes enviados por correo electrónico desde el sindicato a los trabajadores y afiliados en el banco. 

El sindicato aseguró también que la conducta del banco vulneraba el artículo octavo de la Ley Orgánica de Libertad Sindical, que se refiere al derecho de los trabajadores a recibir en la empresa la información enviada por los sindicatos. 

Por su parte, el letrado del banco indicó que esta ley sólo obliga a la dirección a disponer de locales de reunión y de tablones de anuncios para garantizar el ejercicio del derecho de información a los trabajadores. 

Además, alegó que la práctica de enviar correos electrónicos de CCOO es contraria a la Ley Orgánica de Libertad Sindical, ya que acontece en horario de trabajo e interrumpe la actividad normal. 

Para que el tribunal estimara la demanda y fallara a favor de las pretensiones del sindicato, este expuso que el correo electrónico se usaba habitualmente en el banco para enviar información sindical y en la relación entre trabajadores y la empresa, lo que no justificaba el veto impuesto a la información enviada por CCOO. 

El e-mail, más útil y barato 

Este argumento fue ratificado por un testigo propuesto por el sindicato, que añadió que la empresa recomienda el uso del correo electrónico por ser más útil y barato que otros medios de comunicación y por no interrumpir la actividad productiva. 

Entre las consideraciones contrarias a las pretensiones sindicales, el abogado del banco señaló que el envío de información por parte del sindicato se producía de manera masiva -práctica que rechaza una circular de la entidad-, lo que bloqueaba el servidor de Internet de la entidad, aspecto ratificado por la declaración de un testigo propuesto por la entidad. 

El origen de la demanda interpuesta por Comisiones Obreras, que ha quedado vista para sentencia, se produjo a finales de 1999, cuando el servidor de Internet del BBVA empezó a bloquear y rechazar los correos electrónicos enviados por en sindicato a trabajadores y afiliados.