Article publicat en El País 22/11/99

La universidad, femenino plural

El aumento de mujeres universitarias no se corresponde con el acceso a puestos de decisión

J. M. JÁTIVA/E. MOLTÓ Considerada la Universidad como una pirámide con el alumnado como base ésta es femenina en tomo al 60%. Lo mismo sucede con el personal de Administración y Servicios (PAS). Si en la parte media situamos al profesorado (PDI), la relación se invierte y sólo un tercio del personal docente es femenino. La cúspide, los órganos de dirección y control, tienen color abrumadoramente masculino. En la actualidad sólo hay una rectora en el sistema universitario español En la Comunidad Valenciana, la presencia de mujeres en los equipos de gobierno universitarios es ínfima.

El tema suele salir a la palestra pública con ocasión de las elecciones a rector. Sin embargo, en el ámbito valenciano se ha anticipado el Foro de Mujeres Gestoras que, en el marco de las Jornadas de Gerencia celebradas este mes en Valencia, promovió un grupo de mujeres integrado por PAS y PDI. "Era la oportunidad, por la asistencia de mujeres gestoras de toda España, de consolidar un espacio de opinión mas allá de esta universidad", subraya Carmen Tomás, Jefa de Recursos Humanos de la Universidad de Valencia y cabeza visible del grupo promotor del Foro. "Hace algún tiempo empezamos a preguntarnos juntas, cuál era nuestra situación real en los órganos que deciden la política de la institución", explicaba en su intervención, para poner el dedo en la yagá al preguntarse:

"¿Por qué las mujeres tenemos tan poca representación, no sólo en cargos académico-gestores, también en aquellos de carácter asesor que cuentan de verdad, como la comisión de profesorado, la de doctorado y otras?".

Sin descender al detalle, en las Juntas de Gobierno de las universidades valencianas, la representación femenina está por debajo del 19 % que ofrece la de Valencia, llegando al extremo de la Comisión Gestora de Elche donde hay una mujer como vocal. Sólo Castellón supera el 30%. . En los claustros, que son electos y a su vez eligen al rector; las mujeres (alumnas, profesoras, personal administrativo) no llegan a un tercio de su composición. En los Consejos Sociales oscilan entre el 31% de la Politécnica a la nula representación de Alicante. El equivalente Consejo Económico de la Miguel Hernández tiene dos mujeres entre sus 18 miembros.

Tomás se preguntaba también: "¿Por qué a la hora de elegir un nuevo Rector la presencia de mujeres queda diluida en un compromiso de lenguaje políticamente correvto, pero no va más allá de invitar a una o dos mujeres a participar del equipo de gobierno?". En todo el sistema público universitario valenciano sólo hay dos vicerrectoras, una en Valencia y otra en Alicante. Sorprende más porque los cargos rectorales son elegidos entre el PDI y éste es femenino en una media que ronda el 30 %, oscilando entre el 21,4% de la Politécnica y el 35,7% de la Jaume I Tanto la Universidad Politécnica como la de Valencia han llegado a tener en el equipo de gobierno dos vicerrectoras, pero en la actualidad sólo la de Valencia cuenta con una, Mª Antonia García, que lo es de Profesorado. En Alicante, la primera que ostenta este cargo es la de Relaciones Internacionales e Institucionales, Ana Laguna. Antes de acceder a él, fue cuatro años directora y tres subddectora de la Escuela de Enfermería, feudo tradicional de las mujeres tanto en Universidad Valencia como la de Alicante. En su excepcional puesto, la primera mujer en acceder a un equipo rectoral en Alicante asegura sentirse cómoda, aunque vigilante: "Tenemos un compromiso como mujeres", afirma Laguna, "trabajamos en un ámbito donde se entiende como necesaria la igualdad de oportunidades y eso obliga a esforzarnos porque estamos en deuda con otras mujeres que no disponen de esa posibilidad", comenta. Como vicerrectora, está convencida de que "somos tan capaces como los hombres e incluso tenemos otras habilidades que nos hacen especiales".

Se ha acostumbrado a compartir reuniones y viajes rodeada de rectores y vicerrectores, casi siempre hombres. No obstante, confía en que "cuando se escriba la historia del próximo siglo la discriminación sexual sea un capítulo superado", -en un reconocimiento explícito de su situación excepcional.

A la hora de plantear el Foro de Mujeres Gestoras como espacio de reflexión, Carmen Tomás recuerda que "hicimos dos descubrimientos". Por un lado, "comprobamos con sorpresa que, a pesar de que producimos el 80% de los documentos de gestión que circulan en la universidad, el esfuerzo realizado con relación a la discriminación lingüística no ha sido paralelo con ningún tipo de trabajo organizado para eliminar el lenguaje sexista de nuestros propios escritos". Por otro lado, "cuando quisimos contar con datos empíricos que avalaran la realidad que vivimos, vimos que tenemos unas bases de datos concebidas al margen de las necesidades que plantea una investigación seria sobre nuestra situación".

De hecho, sobran los dedos de la mano para contar los trabajos de investigación que arrojan luz sobre la situación de las mujeres en la Universidad. El pionero es Profesoras y alumnas en la Comunidad Valenckma (1993), dirigido por la socióloga Olga Quiñones, que abordaba todos los niveles educativos. El más reciente, sin publicar todavía, estudia La presencia y situación de la mujer en el PAS de la Universitat de Valencia, de Ester Escolano. Lo que si está publicado, desde hace un año, es la investigación dirigida por la catedrática de Psicología Aplicada de esta misma universidad, Ester Barberá, sobre La Promoción profesional de las mujeres en la Universidad Los datos eran del curso 93-94. La discriminación, según Barberá, adopta dos sentidos. Uno, horizontal, se visualiza en los centros con plantillas con mayor proporción de mujeres (Enfermería y Psicología) y coinciden con "1os dedicados a formar en profesiones estereotipadamente femeninas, que se ocupan del cuidado y el servicio a los demás". Lo que era válido para la Universidad de Valencia en ese momento, lo es ahora también p otras. En Alicante, el 60% del equipo docente de Enfermería son mujeres y, a falta de Facultad de Psicología, su Escuela de Trabajo Social permite observar idéntica tendencia, con un 56% de la plantilla ocupado por profesoras. En el último puesto, y sin salir de la universidad alicantina, se encuentra la Escuela Politécnica, donde sólo hay un 12 % de profesoras
 

Presencia de mujeres en las Universidades
  Universidad de Alicante Universidad Jaume I Univ. Miguel Hernández Universidad Politécnica Universidad de Valencia
Alumnado 16.140 (54%) 7.031 (56%) 3.292 (47%) 11.529 (33%) 34.770 (64%)
PDI 471 (30%) 285 (36%) -(29%) 432 (22%) 1.092 (35%)
Juntas

de Gobierno

8 (16%) 16 (35%) 1 (6%) 10 (12%) 10 (19%)
Claustros 68 (27%) 46 (35%)   165 (24%) 135 (36%)
Consejos Sociales   3 (19%)   5 (31%) 135 (25%)
La Universidad Miguel Hernández de Elche por encontrarse en fase transitoria, está gobernada por una Comisión Gestora
Fuente: Elaboración propia CIG. / ELPAÍS

 

La discriminación vertical se veía en el menguado porcentaje catedráticas de Universidad (un 1l,79%), el máximo nivel profesional de la carrera docente, con respecto a las profesoras titulares (un 33,07%) o las ayudantes de Facultad (43,87%). En 1999, las mujer ocupan poco más del 15% del cátedras en Valencia, mientras que en Alicante son el 10% y en Politécnica, el 8,22%, según datos del año en curso. Y ahí se acaba carrera profesional, aunque conviene no olvidar que para ser rector hay que ser también catedrático.

El siguiente escalón es electo y corresponde a los cargos académicos La dirección de los centros valencianos (facultades, escuelas, institutos) está en el momento actual en manos masculinas. En la dirección de los institutos de investigación, la presencia femenina es testimonial y sólo seis centros docentes las escuelas de Enfermería, Relaciones Laborales y de Trabajo Social en Alicante, la de Fisioterapia y Empresariales en Valencia, así como la de Informática en la Politécnica, están dirigidos por mujeres. No hay una sola decana en todo e sistema público universitario valenciano. "Cuando los departamentos cobran más influencia que los centros", interpreta Carmen Tomás, "hay más decanas. Cuando el proceso se invierte, ese espacio es ocupado por hombres de nuevo".

Un colectivo netamente feminizado de la universidad es el del PAS, donde a las mujeres corresponde en torno al 60% de los puestos de trabajo. Tomás pone de relieve que "la administración universitaria ha sido tradicionalmente un mundo de mujeres". Sin embargo, se pregunta, "¿cuántas rectoras, cuantas vicerrectoras y en consecuencia, cuantas gerentas y cuantas vicegerentas nos encontramos" (sic). No hay que buscar mucho: todas las gerencias de universidad valencianas están en manos masculinas. En toda España hay cuatro gerentas. En su trabajo sobre el PAS, Ester Escolano recoge la opinión generalizada sobre la dificultad de superar este último peldaño, "avalada por el hecho de que cuando se han producido casos en otras universidades públicas, han sido muy aislados, casi siempre debidos a situaciones transitorias con una duración muy breve". El techo virtual de las mujeres del PAS está en la jefatura de servicio, nivel en el que, por ejemplo en la Universidad de Valencia, llegan a tener una exigua mayoría (siete jefas por seis jefes), aunque no es lo usual. En Alicante, por ejemplo, son tres. Olga Quiñones, firmante del trabajo de investigación La situació de les dones en l'admitració pública valenciana, explica que "abundan las mujeres en los espacios inferiores y medio-altos de la administración universitaria, pero hay un techo de cristal al llegar a los puestos donde se toman las decisiones políticas y de control".

Hablando del gobierno

J. M. JÁTIVA

Al hablar de la situación de las mujeres en la universidad, suele reconocerse que no hay una distribución legal ni directa. Ester Barberá afirmaba sobre el profesorado que "en el momento actual, no existen ni impedimentos legales ni cortapisas institucionales que dificulten su acceso y promoción profesional", en referencia a la Constitución, la Ley de Reforma Universitaria (LRU) y los Estatutos de la Universidad. Pero el análisis de distribución del profesorado universitario, le permitía confirmar "la discriminación dónde género, tanto respecto a la distribución de hombres y mujeres- en las diversas categorías profesionales, como en lo que se refiere a carreras de dominio masculino o femenino"

En el ámbito de la gestión, Olga Quiñones apunta que "la universidad es, quizá, la menos discriminatoria de las administraciones públicas", aunque, puntualiza, "no quiere decir que no lo sea". Como ejemplo, señala que la mayoría de las jefaturas de servicio lo son en comisión de servicios, con un amplio margen de discrecionalidad a quien realiza el nombramiento. A pesar de ello, recuerda Carmen Tomás, "las mujeres no tenemos peso en los órganos donde se toman las decisiones, sino en el trabajo puro y duro". En última instancia, subraya, "docentes o administrativas, dependemos de un PDI que casi siempre es hombre". No es casualidad, por otro lado, que ahora haya menos decanas y vicerrectoras que en otras épocas. "El progresivo incremento de estudiantes y licenciadas, y su mayor éxito académico, no conlleva de manera espontánea, en contra de lo que comúnmente se cree, el acceso a posiciones de mayor responsabilidad". Quiñones señala que, en el proceso hacia la igualdad entre hombres y mujeres hay avances y retrocesos, y ahora "hay una regresión general, que es además política". En este momento, asegura, "el debate de la igualdad de oportunidades ha perdido relevancia en el debate social".

Todo ello coincide con otro debate incipiente, el de la revisión de la LRU, dieciséis años después de su entrada en vigor ".Quienes vivimos paso a paso el proceso que dio paso al nuestro modelo de universidad", recuerda Tomás, "nos mantuvimos muy ocupadas en reivindicar el espacio en la nueva organización democrática universitaria, con la convicción de que era suficiente para alcanzar las cuotas de libertad de integración deseadas" Para Tomás y el colectivo que representa, el momento histórico es otro, y "la revisión de la ley que sustenta el modelo universitario actual ha de incluir la perspectiva de género, el punto de vista de las mujeres". Por ello, uno de los objetivos prioritarios del Foro de Mujeres Gestoras recién constituido en Valencia, ha de ser "no perder de vista ningún debate en el que se pueda influir en la reforma de la ley". En realidad, se esta hablando de otro modelo de gestión y representación, pero, aun sin nombrarlo, se habla también del poder, o si se quiere, del gobierno en las universidades, y del papel que en él aspiran a desempeñar las mujeres universitarias.
 


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