LA URGENTE FINANCIACION DE LAS UNIVERSIDADES
Podríamos decir que la política del Sr. Zaplana en
materia universitaria ha sido buena, o nefasta, o mediocre, ... Sin embargo,
ninguno de estos calificativos son verdad. Lo cierto es que usted, Sr.
Zaplana, y el Consell de la Generalitat que preside no han tenido ningún
tipo de política universitaria. Desde que alcanzaron la mayoría
en les Corts Valencianes no han introducido ningún elemento de mejora
en cuanto a lo que se refiere a la financiación del Sistema Público
Universitario Valenciano (SPUV).
Así, la creación de las nuevas titulaciones demandadas
por la sociedad, y que las Universidades estaban dispuestas a ofertar,
fue paralizada en el año 97 mediante un decreto regulador de las
mismas dictado por el Conseller Camps. Decreto que pretendía regular
las nuevas titulaciones y que lo único que ha conseguido es que
no se haya obtenido por parte de ninguna Universidad, a excepción
de la Universidad Miguel Hernández, la autorización de la
Consellería de Educación para poner en marcha alguna nueva
titulación, todo ello en base a la inexistencia del mapa de titulaciones
del País Valenciano que duerme el sueño del olvido.
¿Y qué hay de las inversiones?. Cabría argumentar
que la creación de la Universidad Miguel Hernández, con sede
en Elx, es un gran logro del Gobierno del PP. Pero cuando nos percatamos
de que el 95% del alumnado, de las titulaciones, de la investigación,
... , está en las Universidades de València, Alacant, Jaume
I y Politécnica; no deja de sorprendernos que la creación
de la U.M.H. constituya un gran avance en el Sistema Público Universitario
Valenciano. Por lo tanto nada de nada, puesto que, Sr. Zaplana, el Gobierno
del P.P. se ha limitado a aplicar –a la baja- el Plan de Inversiones ideado
y puesto en marcha por el anterior Gobierno del P.S.O.E.
Eso sí, en el año 97 ustedes obligaron a las Universidades
-sí, obligaron- a firmar un acuerdo de forma que la financiación
del Plan de Inversiones –hasta entonces con cargo a los Presupuestos de
la Generalitat- se transfería como deuda a las Universidades contra
el Patrimonio universitario. Eso sí, la Generalitat Valenciana se
compromete a pagar el principal y los intereses de los préstamos
pedidos por las Universidades al Banco Europeo de Inversiones y la amortización
de las emisiones de obligaciones hechas por cada Universidad... ¡¡dentro
de 25 años!!. Imaginería contable para enmascarar el déficit
de la Generalitat Valenciana transfiriendo deuda pública a las Universidades.
Operación financiera que hace temblar el cuerpo, ya que la legislación
que pudieran decretar futuros gobiernos de la Generalitat Valenciana podría
hacer caer todo el peso de la deuda sobre las propias Universidades.
¿Y sobre la Investigación? Pues también bien poco, ya que ustedes se han limitado a seguir aplicando el Plan Valenciano de Financiación de Ciencia y Tecnología puesto en marcha por Gobiernos de la Generalitat anteriores. Es más, la financiación del Plan es hoy menor que en 1994.
¿Y sobre la financiación de los gastos de personal
y funcionamiento?. Tampoco han aportado en la práctica mucho, puesto
que el Consell de la Generalitat viene ejerciendo una política de
financiación continuista.
Ahora bien, durante 1998, fruto del esfuerzo conjunto de las Universidades
con el Conseller Camps, se elabora el Libro Blanco del Sistema Público
Universitario Valenciano. Libro Blanco que en sus conclusiones –aceptadas
tanto por la Consellería de Educación como por las Universidades-
apunta el dato de que la financiación pública del SPUV es
no sólo inferior a la media europea sino incluso inferior a la del
Estado Español, mostrando claras deficiencias.
Ante esto, las Universidades elaboraron un modelo de financiación
ampliamente consensuado entre ellas y debatido con el Sr. Camps; hasta
el punto de que en las Universidades se daba por hecho –en el pasado mes
de Enero- la consecución del acuerdo con el Consell de la Generalitat.
Y en eso vino el Congreso del P.P. y la llamada al Sr. Camps para
irse a Madrid, su sustitución por el Sr. Tarancón al frente
de la Consellería de Educación y Cultura y la marcha atrás
en las negociaciones impuesta por éste último.
La sensación que se vive en estos momentos en las Universidades
Valencianas es que con estos cambios, el P.P. pretende dilatar las negociaciones
y argumentar aquello de que no sería serio hipotecar la voluntad
del pueblo valenciano (y a un futuro gobierno del Consell de la Generalitat)
con acuerdos con las Universidades en vísperas de elecciones.
Teniendo en cuenta que la Directora General de Universidades e Investigación,
Dª. Carmen Martorell, ha sobrevivido a cuatro cambios de titularidad
de la Conselleria de Educación, es de suponer que cuenta con la
confianza directa del President Zaplana. Y añadiendo que ha sido
ella la que ha llevado el peso de las negociaciones con las Universidades,
es fácil llegar a la conclusión de que el cambio de Conseller
se utiliza -con respecto a la financiación de las Universidades-
como una maniobra dilatoria.
Existiendo la necesidad de la financiación –expresada en el
Libro Blanco- y recursos económicos suficientes, sólo se
justifica el paso atrás dado por el Conseller Tarancón en
función de la nula voluntad política del Consell de llegar
a un acuerdo con las Universidades sobre su financiación. Este no
deja de ser un reflejo más de las actuaciones a las que nos tiene
acostumbradas el Sr. Zaplana sobre aquellas instituciones que no controla.
Si fuese así, Sr. Zaplana, el PP habría demostrado que su política universitaria ha sido nula durante los últimos cuatro años, y las Universidades Valencianas estarían abocadas a la travesía del desierto que tantas veces han experimentado.
Volver a la página principal | Acceso al servidor de la UPV |