Bricall
propone incrementar
las becas para los universitarios
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Defiende doblar el presupuesto en 10 años y subir
las ayudas en un 40% |
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El informe prevé que las tasas sólo aumenten
unas 1.500 pesetas anuales |
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Abre la puerta a la incorporación de empresas
en los órganos de gobierno |
Madrid
Josep Maria Bricall, exrector de la Universitat de Barcelona,
desveló ayer el contenido de su informe Universidad 2000 ,
encargado hace un año por la Conferencia de Rectores de Universidades
Españolas (CRUE) y en el que propone un nuevo sistema de financiación.
Bricall defiende que en 10 años se duplique el presupuesto dedicado
a la enseñanza universitaria, hasta alcanzar el billón de
pesetas, y que las becas crezcan un 40%.
El informe apunta un novedoso sistema de becas-préstamo
del Estado, de 600.000 pesetas anuales en los últimos cursos. Los
beneficiarios devolverán el dinero en su declaración de Hacienda
cuando sus ingresos superen la renta per cápita.
Bricall calificó de "surrealistas" y "decepcionantes"
algunas interpretaciones de su trabajo, en las que se denunciaba una privatización
encubierta de la universidad. Sin embargo, el informe propone claramente
la entrada en la junta gobierno de representantes de entidades y empresas
ajenos a la comunidad académica. El exrector aseguró que
en sus 490 páginas sólo ha pretendido hacer una "reflexión
de conjunto" sobre la universidad española. Estas son algunas
de las propuestas más relevantes:
El gasto público. El gasto público,
según su fórmula, se incrementará en 10 años
en 357.000 millones de pesetas. De ellos, 139.000 millones procederán
de las administraciones central y autonómica; 174.000 millones se
destinarán a becas y préstamos al estudiante, y 43.000 millones
vendrán de la aportación privada (tasas y recursos captados
de entidades privadas a través de investigación, patentes
o servicios).
Gasto por estudiante. Actualmente se destinan 850.000
pesetas al año. La media de la OCDE es 1.360.000 pesetas. Bricall
sugiere como objetivo aumentar el gasto a entre 1.100.000 y 1.275.000 pesetas.
Tasas. Sólo la mitad de los 43.000 millones
de aportación privada provendrían de tasas. El aumento anual
no superaría las 1.500 pesetas por estudiante y año en el
periodo de 10 años.
Más y nuevas becas. Sólo el 17% de los
universitarios españoles tiene beca. El informe apuesta por elevar
el porcentaje a un 40% en los dos primeros años, y que se pase de
las 225.000 pesetas anuales actuales a las 400.000 pesetas. Propone crear
un sistema de becas-préstamo, con cargo al Estado, de 600.000 pesetas
anuales para los dos últimos cursos. Deberían ser devueltas
por los estudiantes a través de la declaración de la renta
cuando tengan ingresos superiores a la media.
Profesorado y calidad. Se creará la figura
del profesor contratado, que deberá ser doctor, y nuevos procedimientos
de selección, y se sugiere establecer incentivos retributivos. Además,
se establecerá un sistema para que las universidades "rindan
cuenta de lo que hacen".
Movilidad. Se propone una mayor movilidad, no sólo
geográfica, a través del distrito compartido y otras fórmulas,
sino también en las carreras. Se sugiere aumentar la flexibilidad
de los planes de estudio, de forma que el alumno organice su propio currículo
y se les permitan ciertos cambios en los estudios y el paso de unas fases
a otras.
Estructura de gobierno. El máximo órgano
podrá estar formado, además de por miembros de la comunidad
universitaria, que deberán ser mayoría, por representantes
de sociedades, empresas y
administraciones que apoyan a la Universidad.
Recursos privados. Las universidades podrán
realizar conciertos de investigación con la industria privada y
recibir ingresos. Estas ganancias serán adicionales a la aportación
pública que, como a todas, les corresponda en relación con
su alumnado. Bricall rechazó el argumento de que ello signifique
una privatización: "¿Por qué el contribuyente ha de
proporcionar un beneficio a entidades privadas?"
Un grupo de estudiantes contrarios
al informe Bricall se encaminan al Saló de l'Ensenyament,
el pasado jueves.
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